Un recorrido fascinante por la historia a través de la evolución de carros y carruajes
La Semana Criolla: Un Viaje a Través de la Historia con Carruajes del Siglo XIX
El público que asiste a la Semana Criolla y accede por la calle Lucas Obes es recibido con una sorprendente variedad de carruajes, parte de la colección permanente del Museo y Parque Fernando García.Estos magníficos vehículos han sido meticulosamente restaurados por el funcionario Víctor Long, y constituyen un valioso legado de la aristocracia uruguaya del siglo XIX y principios del siglo XX.
El Museo está situado en Camino Carrasco, esquina Santa Mónica, en el barrio Carrasco Norte, en el límite con Canelones.
Un Patrimonio que Une Comunidades
El director del Museo, Luis Álvez, compartió que la colección de carruajes y la finca que alberga el museo fueron donadas por Fernando García a la Intendencia de Montevideo.Álvez destacó que, al estar ubicado en el Este de Montevideo, el museo interactúa con diversos sectores sociales, creando una comunidad vibrante y diversa.
Esta integración permite el desarrollo comunitario y la colaboración entre diferentes grupos.
Entre las comunidades destacadas, se encuentra la de los oficios, donde se revive el trabajo de artesanas y artesanos, así como de quienes se dedican a la construcción y restauración de carruajes.
Este espacio no solo preserva la historia, sino que también fomenta la transmisión de conocimientos y habilidades tradicionales.
Exposición en la Semana Criolla
En la actual exposición de la Semana Criolla, se presentan carruajes renovados por Víctor Long junto a su equipo de trabajo.Long es hijo de un reconocido carrero uruguayo, que tuvo su taller en Mendoza y General Flores, adyacente al Hipódromo Nacional.
A lo largo del tiempo, numerosos carreros que distribuían hielo, leche y verduras pasaban por ese lugar emblemático.
En la actualidad, el oficio de carrero en Uruguay es llevado adelante exclusivamente por Long y su equipo en el museo.
Los vehículos expuestos en la Semana Criolla representan siete meses de arduo trabajo de restauración.
Entre las piezas destacadas, se encuentra una réplica del carruaje que llevó a los campeones olímpicos de 1928. Además de admirar estas auténticas joyas de la historia, los visitantes tienen la oportunidad de disfrutar de vestuarios y accesorios de época para tomarse fotografías, inmortalizando así un momento único en la celebración de la cultura uruguaya.
Esta valiosa muestra de historia a través de carruajes resalta la riqueza cultural de Uruguay y la importancia de preservar su legado para las futuras generaciones.
Fuente: Grupo R Multimedio