Aumento del bullying: la violencia en las escuelas se intensifica y los adultos parecen ignorar esta preocupante realidad.
Centro Bullying Salto: Un Espacio para la Concientización y el Apoyo a Víctimas
Por Adrián Canosa Los días jueves, de 9 a 12 horas, se encuentra en funcionamiento el Centro Bullying Salto, ubicado en Calle Zorrilla nº 93. Este importante espacio tiene como principal referente a Ingrid Figueroa, quien lidera los esfuerzos por sensibilizar a la sociedad, especialmente a los adultos que tienen a su cargo niños, sobre la crucial necesidad de atender a tiempo a las víctimas de bullying o acoso.Intervenciones en la Comunidad
Ingrid Figueroa describe al centro como una entidad “muy nuevito”, que forma parte de la sociedad civil legalmente constituida y autorizada por el Ministerio de Educación y Cultura.Su labor se extiende no solo a nuestra ciudad, sino también a la región, incluyendo Paysandú, Artigas y Río Negro.
Esta habilitación permite al centro intervenir en cualquier institución que requiera la asistencia de especialistas.
Sin embargo, también enfrenta dos desafíos significativos: el financiamiento y lo que Figueroa denomina “el síndrome de negación”.
A la Espera de Apoyo Estatal
A pesar de la trayectoria social del Centro Bullying Salto, Figueroa enfatiza que quienes trabajan ahí lo hacen de manera honoraria.“Actualmente contamos con un equipo multidisciplinario compuesto por licenciadas en psicología y trabajo social, además de talleristas en ambas áreas, que son estudiantes avanzados”, explica Figueroa.
Los recursos necesarios para llevar a cabo sus actividades son principalmente autofinanciados.
Aunque ocasionalmente reciben apoyo económico de la Intendencia, muchas veces provienen de donaciones individuales, especialmente cuando realizan charlas y talleres en localidades cercanas.
“La parte de desarrollo social de la Intendencia colabora de vez en cuando, especialmente si necesitamos viajar; esto ha ocurrido en un par de ocasiones”, añade.
El Síndrome de Negación
El centro también enfrenta la realidad de que se han registrado múltiples situaciones de violencia en el ámbito del baby fútbol y el fútbol juvenil.“Parece que muchos adultos ignoran intencionadamente esta problemática, a pesar de ser conscientes de su existencia”, sostiene Figueroa.
Resalta la importancia de involucrar a estos adultos, quienes deben colaborar en la identificación y visibilización del daño que el bullying y el acoso generan en los menores.
El enfoque del Centro Bullying Salto se centra en proporcionar herramientas a través de charlas, para que se puedan detectar casos de acoso y comprender las consecuencias de permitir este tipo de comportamiento hacia infantes y adolescentes.
“Los niños que atraviesan esta situación a menudo enfrentan crisis de nervios, ataques de pánico, insomnio, falta de apetito y alteraciones en su ciclo de sueño.
Todo esto repercute en su rendimiento escolar, así como en su voluntad de salir de casa y relacionarse con sus pares.
Impacta profundamente en su salud mental”, concluye Figueroa.
Fuente: Diario Cambio